Siendo estrictos, todos los colores son imaginarios. Color es el modo en que nuestro cerebro procesa las diferentes longitudes de onda del espectro luminoso. Éste consiste de un rango de frecuencias de radiación electromagnética. La luz roja tiene la mayor longitud de onda mientras que la luz violeta es la más corta. Esta luz viaja hasta nuestros ojos y es “sentida” por la retina. Cada longitud de onda distinta es reconocida y el cerebro genera una sensación que llamamos color.
Debido a la complejidad de la naturaleza, nuestros ojos reciben constantemente ondas de diversas longitudes. El cerebro ha de darle sentido a la variedad y forma colores sumando los impulsos recibidos en la retina. Por ejemplo, si se percibe luz roja y verde al mismo tiempo, el cerebro procesará la suma y “veremos” el color amarillo. Éste es el principio utilizado en el monitor que (muy probablemente) usas para leer este artículo.
Pero no somos capaces de interpretar todas las longitudes de onda como color, nuestra visión está limitada a recibir impulsos que van del violeta al rojo y habrá objetos que reflejen patrones más complicados como, por ejemplo: ¿Qué pasa si nuestro cerebro tiene que procesar luz proveniente de ambos extremos del espectro?
Si el cerebro procesara la luz del mismo modo que hace para los demás colores, veríamos “verde”. Sin embargo, nuestro sistema de visión está diseñado para ayudarnos a interpretar nuestro entorno, tener un resultado tan poco representativo no sería útil. Es por eso que nuestra cabeza genera una idea alternativa. Inventa un color para solucionar el problema: el color magenta.

En la imagen podemos ver el círculo cromático que nuestro cerebro crea para darle sentido a los impulsos luminosos que son percibidos en la retina. Es aquí cuando el papel del magenta como unión de los impulsos extremos es evidente. Con este método, el cerebro es capaz de procesar todas las ondas que llegan y asignarles un color, de otra manera habría un hueco entre los 180º y los 270º de este círculo mental. Porque en el mundo fuera de nuestras cabezas, las longitudes de onda de la radiación electromagnética se extienden, en principio, hacia el infinito en ambas direcciones.

Por esto, aunque todos los colores son creados en la mente. Podemos decir con seguridad que el magenta es un color exclusivo de nuestras mentes. Ninguna cosa en el universo emite luz en magenta porque es un color que carece de longitud de onda propia, pero tiene una asignación individual en nuestros cerebros.
Elliott, L. (s.f.). Magenta Ain´t a Color. Obtenido de Biotele: http://www.biotele.com/magenta.html
PANTONE. (s.f.). How do we see color? Obtenido de PANTONE Color Think Tank: http://www.pantone.com/pages/pantone/Pantone.aspx?pg=19357&ca=29